10 abr 2013

Con la obsesión de que no me olvides, dejé atrás algunas cuestiones, que quedaron en el tintero.
Sin yo quererlo, aquel plan maestro, resulto ser  una caja de sorpresas. 
El fin, no justifico los medios, me entregue, con la ilusión de no sentir.
Aquellas secuencias , tan detalladamente escritas en mi cabeza, terminaron en mi corazón, cuando en realidad, tendrían que haber terminado en el tuyo. 
Concrete aquello, que no era muy difícil de sospechar. 
Vos te entregaste. 
Pero algo falló.
Yo también lo hice. 
Y ahora?
Ahora solo me queda la mitad de una piedra que arroje, que sin quererla quedo en mi mano. 
El resto está en tu corazón, y ahora ambos, sentimos. 
Ambos nos entregamos. 
Que fue lo que salió mal?
Tal vez, aquel plan maestro, en cuestiones teóricas, era un buen inicio, pero simplemente la práctica, desenvolvió algo que ni en sueños se creía posible. 
Tu confesión, dió vueltas ese manojo de penasmientos, y transformo todo en sentimientos. 
Mi corazón volvió a sentir, y eso, no estaba en el plan.
Y otra vez , mi corazón volvió a perder, y empezó a querer,
Eso, tampoco estaba en el plan.


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